A pesar del verano nos acordamos de los Reyes Magos

Hace unos años había un anuncio en la televisión en el que se podía ver a María y a sus Majestades los Reyes de Oriente departiendo sobre el número de componentes de la mágica comitiva. Los orientales afirmaban que eran cuatro, mientras que la madre de Jesús exclamaba: pero si el Nuevo Testamento dice que sois tres. Y aquí está el motivo de nuestro artículo: ¿qué sabemos de los Reyes Magos?

Lo primero que hemos de decir es que el anuncio podía resultar divertido (o no), pero desde luego no era correcto: el Nuevo Testamento tan sólo habla de sus Orientales Majestades en el Evangelio de Mateo, en concreto en los versículos 1 al 11 del capítulo 2.  Es más: no especifica el número y, por supuesto, no aporta los nombres de esos misteriosos Magos.

Marcos, Lucas o Juan no mencionan este episodio de la visita real a Jesús. Lucas, sin embargo, es el único que relata la adoración de los pastores, otro de los hechos que mejor conocemos y que más se ha plasmado en los belenes de toda España. Por tanto, parece pertinente que nos preguntemos de dónde viene toda la tradición de los Reyes Magos de Oriente

Tendríamos que mirar hacia lo que la historia conoce como Evangelios Apócrifos. Cuando la Iglesia Católica eligió los Evangelios Revelados o Inspirados, entre la enorme pléyade de historias antiguas que hablaban de Jesús, decidió encuadrar diversos documentos dentro de un conjunto que se denominó apócrifo, por oposición a los que contenían la auténtica verdad sobre el Mesías, esto es, los ya citados de Mateo, Marcos, Lucas y Juan. No vamos a entrar en consideraciones teológicas que no nos competen, aunque sí apuntaremos aquí que ciertos autores contemporáneos han opinado que la elección de unos evangelios en detrimento de otros fue puramente una cuestión de corrección política y de evitar la polémica con otros escritos que hablaban de magia, zoroastrismo, comunidades y sectas de principios de siglo en el Próximo Oriente, etc.

Sabemos que el Papa León I fue el que, en el siglo V, estableció en tres el número oficial de Reyes Magos, aunque algunas tradiciones hablan de un cuarto personaje (Artabán, que más que un rey mago parece un personaje del Señor de los Anillos) e incluso de doce reyes orientales. Por cierto, hay traducción al griego de sus nombres orientales: nuestros Melchor, Gaspar y Baltasar serían, en la lengua del Peloponeso, Appellicon, Amerín y Damascón (que parecen personajes sacados de un chiste de Chiquito de la Calzada). Y como curiosidad absoluta, en la catedral de Colonia, en Alemania, se jactan de tener, dentro de un relicario todo él de oro y piedras preciosas, los restos de los tres reyes magos…

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